Ayer tuve una tarde muy especial. Después de casi cinco años conviviendo con los recuerdos, sentimientos, imágenes, sonidos y argumentos de la película que ha marcado y lo sigue haciendo mi vida... ayer estuve hablando con su director. Fue una experiencia absolutamente magnífica poder hablar a través del msm con el director y guionista, como si tal cosa. Hablamos de la película y de sus proyectos, pero también hablamos de mi vida, de nuestros novios, de comida, de Lisboa, del cambio de ciudad, del día del orgullo...
Me encantó.
Me encantó.
Igual que me encantó conocer en persona hace unos meses a los integrantes de mi grupo de música favorito, con los que había intercambiado mails.
Su música me ha acompañado y lo sigue haciendo, al igual que la película porque me llegan directamente al corazón, a mis sentimeintos, encajan con mis situaciones, mis sueños y mis preocupaciones.
Proximamente, lo antes que pueda, conoceré a otra persona especial, en este caso no se trata de una película, ni de un grupo de música, se trata de una persona que escribe como los ángeles, que siempre a estado ahí aunque yo me haya ido. Una persona que me leía, y que también leía a otro chico, y que pasado el tiempo y por estas cosas mágicas que tiene la vida, ese otro chico ahora es mi novio.
Digamos que este mes está siendo el mes de los "encuentros" pues el pasado fin de semana conocí a los hermanos de mi novio, y éste conoceré a su madre.
Y a todo esto hay que añadir dos "re-descubrimientos" más. Por un lado sigo conociéndome, y por el otro sigo redescubriendo a esta persona tan especial que es mi novio y que todos los días me tiene preparada una sorpresa: cena romántica con velas, carteles de amor, besos, comiditas ricas, un abrazo...
Por eso, sé que estos papeles que me rodean, todos estos clientes que me acosan, este trabajo abrumador, este superior inepto, ese jefe con euros en el cerebro, esta ciudad... todo ésto tiene los días contados.
